FRENOS & CONTRAPESOS. MÁS SOBRE PUTIN COMO FUNDADOR
. Thomas Barnett: "Who's afraid of Vladimir Putin?"
Estoy modificando mi opinión sobre el ex-camarada de la KGB, Vladimir Vladimirovich Putin. El líder ruso todavía está a tiempo de convertirse en un cuasi-mítico fundador al estilo Licurgo, Washington, Guillermo de Orange, Adolfo Suárez: implacable contra sus enemigos hasta la fundación de un régimen basado en frenos y contrapesos, para luego ... ¡retirarse del poder! Quentin Peel, del Financial Times, analiza la "interna" del Kremlin y afirma —de manera sorprendente para mí— que "several close observers believe Mr. Putin wanted to quit". ¡Impresionante! Paddy Ashdown, del EU-Russia Centre en Bruselas, parece darles el beneficio de la duda (a Putin y Medvedev):
In this context Mr Medvedev’s recent speeches are of considerable interest. For example, on the crucial aspect of the rule of law, especially the need to create an independent judiciary, he has said “one of the key elements of our work in the next four years will be ensuring the independence of our legal system from the executive and legislative branches of power” and asked “what kind of equal opportunity and innovative thinking can there be if everybody knows that rights only belong to those with the sharpest teeth, and not those who obey the law?” These are interesting statements which will be welcomed by citizens in the EU as well as in Russia. The rule of law is vitally important not just for the security of citizens but also for foreign investment. And an independent judiciary is the essential building block for a truly democratic society in which civil rights of all citizens are equally respected [1].
Ashdown agrega que, hasta ahora, el crecimiento de Rusia fue basado en el precio de las materias primas, especialmente el petróleo crudo y el gas natural. Para sostener el crecimiento, sin embargo, Rusia necesita diversificar su economía "de manera desesperada". ¡Claro que sí! Ashdown pone los puntos sobre las íes: pasar a un nivel superior de desarrollo requiere una baja en el costo del capital — y solamente un régimen de frenos y contrapesos permite lograrlo. Pero hay más para este boletín. También en el Financial Times de hoy, Gideon Rachman reseña el libro de un "apóstol de la Nueva Guerra Fría" — y lo destruye [2]. Según Rachman, el nuevo lema de los rusos no es "los vamos a enterrar" (Krushev), sino: "los vamos a comprar", una referencia a las inversiones que la creciente pila de cash de Rusia hace inevitable. Finalmente, Thomas Barnett analiza otro artículo anti-Putin y concluye:
Putinism, if successful, is a phase--at best a recovery model, not a long-term economic model. The key will be: Will Putin accept the inevitable waning of his personal power (already begun by naming his successor)? I think he'll have no choice and in a dozen years we'll be venerating him like Lee Kuan Yew, but hardly pretending like he found some new model that threatens the legitimacy of liberal democracies. Ditto with the Chinese.
Significativamente, Barnett recuerda que los Estados Unidos hicieron exactamente ... lo mismo. Putin como fundador: cada vez me convence más la idea. (Y cada vez lamento más la increíble oportunidad que los "K" están desperdiciando).
[1] Paddy Ashdown. "If Medvedev means what he says we may see era of co-operation", Financial Times.
[2] Se trata de Edward Lucas. The New Cold War. How the Kremlin Menaces Both Russia and the West (Londres: Bloomsbury, 2008) [blog]. Ver Gideon Rachman: "Medvedev will not declare cold war", Financial Times.
martes, marzo 04, 2008
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