lunes, marzo 10, 2008

NOTAS DE VIAJE. UNA PORTEÑA EN EL CAIRO (I)

Por Claudia Lago (*)

Por razones de trabajo, tuve que visitar El Cairo por casi diez días. En marzo, el clima es muy agradable; la temperatura fluctúa entre 12 y 20 grados. Tuvimos solamente unas horas de lluvia un día por la tarde. De acuerdo a nuestros colegas egipcios, la lluvia era inusual en esa época del año. Como se podrán imaginar por la ubiación geográfica de la ciudad, en El Cairo llueve muy poco.

Pasé la primera parte de mi estadía en el hotel Four Seasons que de acuerdo a las revistas especializadas es el mejor hotel de todo el África. Algunos de los salones tenían vista al Nilo, el río que riega las tierras egipcias y que constituye la principal vía de navegación desde los tiempos de Cleopatra y Marco Antonio (y mucho antes también). Desde mi habitación podía ver La Citadella, un sitio religioso musulmán que quedaba relativamente próximo al hotel.

El hotel está localizado en la zona de las embajadas y por lo tanto había mucha seguridad. Para llegar al hotel, teníamos que pasar varios puestos de policía con perros. Cada vez que entrábamos al hotel, era necesario abrir el baúl para que los perros olfatearan en busca de explosivos. Estos chequeos fueron el único recordatorio del temor a atentados que tienen las empresas, y también de la relativa proximidad con Gaza.

Las cosas que más me llamaron la atención fueron el tránsito delirante, aún para una porteña acostumbrada al desorden de Buenos Aires, la pobreza visible aún en las mejores partes de la ciudad y el hecho que todas las mujeres llevaran velo o hijab.

(*) Ver la serie anterior: "Una porteña en Singapur" (I, II, III, IV y V)

No hay comentarios.: