jueves, noviembre 13, 2008

COSAS VISTAS ...
"L'entrée au despotisme est facile" — Helvétius

- El mejor analista económico-político de la Argentina. A principios de agosto de 2006, un grupo de dirigentes "abrazó" de manera simbólica al Congreso. Se votaban entonces los infamous super-poderes. Entre los presentes estaba el actor Nito Artaza, el mejor analista económico-político de la Argentina. Me explico. En 2005 escribí una entrada con citas de una entrevista de Gente al Sr. Artaza. Quedé impresionado. El actor manejaba a la perfección —por haberlo vivido, más que por haberlo leído— el planteo de Montesquieu sobre la relación entre despotismo y (alto) costo del capital. Es una pena que no encuentre el link: la entrevista era realmente de muy alto nivel. En 2006, al votarse los super-poderes, el Sr. Artaza advertía: "Si siguen con errores como éstos, el 2001 está a la vuelta de la esquina". ¡Un gran acierto! [Mackinlay's] [La Nación: "Abrazo al Congreso"]
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- Más sobre Barack Obama & el Federalista No. 10. Todo el mundo está al tanto de las proezas de Barack Obama en materia de fundraising. Siempre tuvo más fondos que Hillary y que McCain. En una carta al Financial Times, Malcom Fifer ofrece una interesante interpretación de este fenómeno: "I predict that the new president will find his agenda blocked by recalcitrant politicians of all colours ... he collected small donations from huge numbers rather than the other way around". ¡Excelente! Se trata precisamente del espíritu del Federalista No. 10: a mayor diversidad de intereses, menor riesgo de opresión de las mayorías (*). La diversidad bloquea la posibilidad de tiranía. El Sr. Fifer piensa que esta diversidad será más importante para evitar desequilibrios, que el propio dominio del Congreso por los Demócratas.

(*) Ver la audaz y novedosa interpretación de Madison en Joseph Ellis. American Creation. Triumph and Tragedies at the Foundation of the Republic (Nueva York: Knopf, 2007) [info]
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Agustín,
Hace bastante tiempo que estaba alejado de la "blogosfera", pero hoy visité de vuelta tu blog. Como siempre, un respiro. Anoto en mi "to do list" hacerlo con más frecuencia.
Con respecto a tu comentario sobre la variedad de intereses como medio para bloquer agendas extremas, te mando este link del WSJ de hoy con una ilustración clara de lo que decís:
http://online.wsj.com/article/SB122663352177627551.html.
Mi miedo es que hay ciertos puntos en los que el arco social que apoyó a Obama sí coincide y no es necesariamente el tipo de consenso que a mí me gusta: a) desconfianza de la iniciativa privada, b) aumento del intervencionismo estatal en todas las esferas de la vida (no solo económicas), c) Una política exterior que renuncia del "American Exceptionalism". En los temas sociales, que para mí es lo más importante, no creo que esa alianza sea tan sólida como quiere presentarse. Ejemplo el resultado de los referendums sobre gay marriage. Por supuesto que es muy probable que tanto Obama como el congreso ignoren esto y nombren jueces bien "libaral" en la CS y demás tribunales, ya que dificilmente el "conflicto de intereses diversos" que mencionas sea suficiente para parar la minoria muy comprometida que controla en gran medida el partido demócrata.
Estoy muy de acuerdo con lo que es uno de tus temas centrales: el rule of law. Sin embargo, creo que la minoría "liberal" de USA ha sabido utilizar este concepto en contra de sí mismo, a través del activismo judicial y su concepto de "living constitution", "descubriendo" derechos que nunca estuvieron en la cabeza de ningún constituyente. En el mismo sentido están sumamente preocupados con la idea de "stare decisis" pero si es aplicada de forma unidireccional (para proteger Roe v. Wade), pero raramente cuando el tema tratado es de interés para la agenda "progresista".
De vuelta, un fuerte abrazo!

Isidro Beccar Varela

Agustin dijo...

Isidro. Mil gracias por el comentario. Da para una respuesta mucho más larga del que quisiera. Una de las razones por las que defiendo tanto el "rule of law" es ... la estabilidad. Tal vez te sorprenda esto, pero un "rule of law izquierdizante" no es tan dramático, si es que luego da lugar a la alternancia de una derecha moderada. Tomemos el caso de Menem. Lindas reformas económicas, AFJPs, bla-bla. Pero Menem destruye el "rule of law" -- con gravísimas consecuencias de largo plazo para el liberalismo. Y para colmo, lo que le sigue es el izquierdismo napoleónico de los "K"!!! Trato de ser realista, simplemente: un cierto "centrismo" equilibrado es preferible a un pseudo-liberalismo que --por destruir las instituciones-- nos deje en manos de los Perón, "K", etc. De hecho, creo que es el gran error de Alberdi: proponer recetas económicas, y no un esquema sólido de checks & balances.

Saludos & abrazos,

Agustin Mackinlay
agustin_mackinlay@yahoo.com

Anónimo dijo...

Agustín,
Coincido contigo: Si la elección es entre un "triunfo" conservador pero a costa de las instituciones, prefiero no tenerlo. Como bien apuntás, siempre costó muy caro. Alternativamente si un gobierno es "izquierdizante", pero mantiene la esencia del rule of law, respeta a las minorías, a la propiedad, a la separación de poderes, al papel de la oposición, no incentiva la lucha de clases y preserva las insitituciones en general, es aceptable.
Lamentablemente el tipo de izquierda que tiende a predominar (al menos en el discurso) hoy en día, considera que las instituciones son en sí mismas una expresión de conservadurismo burgués. La izquierda ve en el principio del "rule of law" un instrumento de la "clase dominante" para controlar la "clase dominada". Me dirás que ese ideologismo trasnochado de los K no es aplicable a los partidos de centro izquierda eruopeos y a los demócratas americanos. Es verdad. Sin embargo en muchos casos sí pagan "lip service" a estos principios que sí son dogma de fe para muchas de sus bases. Siempre digo que lo mejor que se puede esperar de un zurdo es que sea un mentiroso y que el discurso que usan para llegar al poder sea solo pantalla y que una vez instalados sean "pragmáticos" (i.e. razonables). Pero, como las palabras sí importan, empiezan a transformar el debate en forma profunda. Argentina es un buen ejemplo. Durante el debate del campo ni siquiera los "buenos" plantearon el debate en términos de defensa de la propiedad privada, de la constitución, de los límites del poder del estado. Era una carrera para ver quien era el más "oprimido" y por lo tanto con más derecho a ser un resentido.

En USA pasa lo mismo con el partido demócrata (aunque, siendo USA, el mensaje de izquierda no es muy acentuado). Una buena parte de las bases son claramente "progresistas", como les gusta llamarse a sí mismos. No están de acuerdo con el PRINCIPIO de las instituciones republicanas si las mismas no sirven para avanzar una agenda ideológica que ellos consideran sacrosanta.