lunes, noviembre 24, 2008

UNA CONFESIÓN DESAGRADABLE (DESORDEN & CAPITAL SOCIAL)
. Randolph E. Schmid: "Study shows messiness leads to behavior decline", WtopNews.com

Apenas entrados en el ascensor, Claudia se da cuenta que se está olvidando el paraguas, indispensable en Amsterdam. Salimos del ascensor, abro la puerta de casa y espero que Claudia vuelva. Es solamente cuestión de medio minuto. Mientras tanto, naturalmente, dejo que el ascensor siga su curso. ¿Pero es tan "natural" liberar el ascensor por 30 segundos? Aquí viene mi confesión desagradable: sí lo es en Holanda, no en Argentina. Me explico. En Holanda hay tanta civiltà, que mi comportamiento personal resulta impecable en términos de: cumplimiento de normas de tránsito, puntualidad, pagos a tiempo, buenos modales, ALTA DISPOSICIÓN A DEPOSITAR FONDOS EN BANCOS y a mantener limpios los lugares públicos, ALTA DISPOSICIÓN A PAGAR IMPUESTOS, etc. En Argentina, en cambio, predomina la desconfianza: ¿Me pagará Fulano lo que me debe? ¿Pondrá el auto de adelante el guiño antes de doblar? ¿Me protegerá la policía? ¿Me dará la cajera el vuelto justo? Reflejando esta incertidumbre crónica, mi comportamiento porteño es de menor civiltà. Por 30 segundos, dudo que liberaría el ascensor en mi casa de Buenos Aires — aún si un vecino pega un grito.

El viernes leí en el diario belga Le Soir una nota sobre un estudio del profesor Kees Keizer, de la Universidad de Groningen (*). El tema es sencillo: el desorden lleva a ... más desorden. El equipo del Prof. Keizer diseñó una serie de tests para medir el comportamiento del público en diversas situaciones de orden-desorden. Colocando un sobre con dinero (bien visible) en un buzón limpio y prolijo, y otro en un buzón descuidado y con graffiti, el resultado es el esperado: el doble de "ladrones" se lleva el sobre del segundo buzón. Et ainsi de suite. Ahora veo que los GENIOS del gobierno argentino piensan en un plebiscito sobre el futuro del vicepresidente Cobos. ¿Nunca oyeron hablar de la noción de capital social? ¿No pueden darse cuenta que el permamente cambio de reglas solo aporta desorden, confusión, dudas, incertidumbre, MENOR DISPOSICIÓN A DEPOSITAR FONDOS EN BANCOS, menor grado de civiltà y MENOR DISPOSICIÓN A PAGAR IMPUESTOS? Claro que no. Como bien decía Fénelon, Luis XIV solo se rodea de yes-men y de mediocres aduladores.

(*) Élise Dubuisson: "Le désordre entraîne le désordre", Le Soir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Agustín, ya habíamos tenido algún contacto antes, y hoy quiero volver a felicitarte por este blog que es un verdadero oasis intelectual. Acabo de recomendarlo a mi hermano y a un amigo, ambos muy interesados en estas cuestiones y admiradores de Borges como nosotros dos.

Saludos desde Argentina.

Agustin dijo...

Hola Bambi. Mil gracias!! Lo de Borges es increíble; cada vez que lo leo en cuentro ideas nuevas. Estoy pensando en un ensayo larga y sistemático sobre su pensamiento político.

Un abrazo,

Agustin.

Marta Salazar dijo...

querido Agustín, yo tengo varios amigos espanoles en Alemania... No en todos los casos, pero sí en algunos (la mayoría) decidí, hace tiempo, no subirme más a su auto... porque es como perder la vida en cada instante... Saludos!