jueves, agosto 16, 2007

FRENOS & CONTRAPESOS. NOTAS DE VIAJE [3]. ESCENAS DEL K-OLAPSO: LA PROPIEDAD INSEGURA

Me di el lujo, a pesar de vivir en Amsterdam, de mantener un auto en Buenos Aires para mis vacaciones. Claro, no se trata ni de un Mercedes, ni de un BMW: es un modesto Ford Escort LX, modelo ... ¡1994! Mi cuñado francés lo llama la vieille toeuf-toeuf, por el ruido que hace. Sorpresivamente, la vieille toeuf-toeuf resulta muy popular: mucha gente quiere comprarla. Una de las razones de su popularidad es, precisamente, su carácter modesto.

Es el perfecto anti-secuestro. (Un conocido mío, de buena posición económica, viaja a su estancia en un modelo ... ¡1992!). El episodio me recuerda un pasaje del libro de David Landes. The Wealth and Poverty of Nations. Why Some Are So Rich and Some So Poor (Nueva York: W.W. Norton, 1999): en la India de los Mogules, las personas exitosas escondían su propiedad, para no caer víctimas de los ladrones, o de la voracidad impositiva del Mogul.

Cuando los argentinos del siglo XXI utilizan autos de 1992 y 1994, están reviviendo ... ¡la India de los Mogules! La inseguridad de la propiedad impide el desarrollo normal del mercado de crédito, causando pobreza y desigualdad. Ni hablar, por supuesto, de la cuestión ambiental: los autos modernos contaminan menos. De todas maneras, le tengo cariño a mi Escort 1994. Con mi sobrina de 11 años, mientras la llevaba al colegio francés, compusimos este sencillo homenaje:

Je suis la Vieille Toeuf-Toeuf
Allez vous faire cuire un oeuf,
Dirai-je cent fois, avec émoi,
À ceux qui se moquent de moi.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos todavía vielle teuf-teuf!!!!!!

MarcosKtulu dijo...

No entiendo a la gente que anda por ahí en lujosos BMW o Audis, es como si ignorara el país donde está y desatendiera justamente estas dos preocupaciones de los moguls: la voracidad fiscal y la inseguridad.
Mi viejo tiene un Falcon del 82. Recién este año y ante una inmejorable oportunidad se animó a comprar otro coche, pero sin desprenderse del Falcon.

hugo dijo...

yo tambien tengo un auto viejo, un mazda 323 del año 92, lo tengo porque me gusta, no por temor a los secuetros

por otro lado, la enorme proliferación de autos y 4x4 alemanes y japoneses de altísimo precio que como nunca circulan por las calles de buenos aires, constituye suficiente evidencia empírica de que tu teoría está equivocada, probablemente por el riesgo que siempre supone teorizar basado en la casuística.