FRENOS & CONTRAPESOS. NÉSTOR "K" & LA TASA DE INTERÉS: EL COLMO DE LA IRONÍA
. Silvia Stang. "Kirchner prometió medidas para que bajen las tasas de interés", La Nación
Ahora el presidente "K" se enoja con los bancos y anuncia "medidas" para que bajen las tasas de interés: "Las tasas de interés tienen que bajar; van a bajar. Vamos a tomar todas las medidas que sean necesarias ... Los bancos tienen que entender que el país tiene que ser viable para todos, y hay algunos integrantes del sector financiero que siguen sin entender este tema". Es el colmo de la ignorancia demagógica: el titular de un gobierno dedicado a destruir las instituciones del país ahora quiere ... ¡bajas tasas de interés! Parece un chiste.
Permítame repasar brevemente la naturaleza del mercado de crédito. "Crédito" viene del latín "credo" — creo. Ya empezamos mal: ¿Le cree Usted a las estadísticas oficiales del gobierno? (Ver, sobre este punto, las notas de Enrique Szewach y de José Luis Espert: I & II). La oferta de recursos prestables en el mercado de crédito es función de la estabilidad de la propiedad. Cuando disminuye la confianza sobre la estabilidad de la propiedad, se contrae automáticamente la oferta de recursos prestables a cada nivel de la tasa de interés.
Poder político & tasa de interés
¿De qué depende la estabilidad de la propiedad? Vea esta impecable definición de James Madison: "Where an excess of power prevails, property of no sort is duly respected. No man is safe in his opinions, his person, his faculties, or his possessions" [1]. También citamos varias veces al "milagro holandés" del siglo XVII; no está demás repasar su principal característica: la baja tasa de interés.
En 1665, el mercantilista inglés Sir Joshua Child observa el milagro holandés y concluye:
Most miraculous of all, however, they have succeeded in reducing their rate of interest to three per cent. (as against six per cent. in England). This, in my poor opinion, is the causa causans of all the other causes of riches in that people: and if the interest of money were with us reduced to the same rate as it is with them, it would in a short time render us as rich and as considerable in trade as they are now [2].
Otro inglés impresionado por las bajísimas tasas de interés holandesas es Sir William Temple, autor del bestseller Observations on the United Provinces of the Netherlands (1673). Lo interesante de Temple es que da en la tecla al analizar el sistema político-institucional:
To discover the nature of their Government from the first springs and motions, it must be taken yet into smaller pieces, by which it will appear that each of these provinces is likewise composed of many little states of Cities, which have several marks of sovereign power within themselves [3].
¡Bingo! La naturaleza des-concentrada del poder político en los Países Bajos del siglo XVI —lo que Temple llama la "soberanía compartida"— limita el riesgo de decisiones arbitrarias que afecten la seguridad de la propiedad. En consecuencia, aumenta la oferta de recursos prestables en el mercado de crédito. Holanda es el anti-Cavallo 2001, cuando el ex-super ministro —dotado de superpoderes— dicta la convertibilidad ampliada, espantando a los ahorristas y desatando el "estallido" de la tasa de interés y del riesgo-país.
Seis años después del "cavallazo", el Sr. "K" acumula super-poderes, interfiere con la justicia y la libertad de prensa, convierte al Congreso en un sello, falsifica las estadísticas oficiales, se niega a dar conferencias de prensa o a convocar al gabinete de "ministros", nombra a dedo a su sucesora y —agárrese fuerte— ... ¡PRETENDE QUE BAJEN LAS TASAS DE INTERÉS!
[1] James Madison: "Property", 29 March 1792, Papers 14: 266—68. Philip B. Kurland & Ralph Lerner (eds). The Founders Constitutions, Chicago University Press, 1987.
[2] Sir Josiah Child. Brief Observations concerning Trade and the interest of Money (1665), en Charles Wilson. Holland and Britain. London: Collins, sin fecha, pp. 22-23.
[3] Sir William Temple. Observations on the United Provinces of the Netherlands (1673), citado por Maarten Prak. Gouden Eeuw. Het raadsel van de Republiek. Nijmegen: SUN, 2002, p. 329.
domingo, septiembre 23, 2007
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3 comentarios:
interesante como siempre agustín tu manejo de fuentes, pero en el caso argentino reciente con todos las malas prácticas que vos muy bien señalás las tasas igual estaban bajas ANTES de la crisis de los mercados mundiales y comenzaron a subir A PARTIR DE ESE MOMENTO.
con lo que parecería que por lo menos para el caso argentino de la era k una pobre calidad institucional no necesariamente deba corresponderse con una suba de tasas domésticas, pero fijate que si pasa con la tasa internacional por así decirlo, donde si bien el riego país llegó a estar en niveles muy bajos, siempre fue mayor que el de otros países emergentes.
todo esto me lleva a formular dos corolarios de tu tesis:
1. parecería que domésticamente los males que vos comentás no se consideran como factores de riesgo relevantes para la fijación de los niveles de tasas de interés internos, corta o larga, fijate que la larga era ridículamente baja, lo que faciitó el boom de consumo que vivimos últimamente
2. externamente si se tiene en cuenta, por ello el nivel de riesgo país pre crisis era uno de los más altos entre los emergentes
esto me parece preocupante, porque parecería señalar que, si no hubiera "ruidos" externos, lo argentinos nos hemos acostumbrado a la baja calidad institucional y por eso ello no se tiene en cuenta como un factor de riesgo a ser tenido en cuenta para fijar el nivel de tasa doméstica.-
Hugo. Buenos puntos. Mi posición siempre fue la siguiente: en pleno "boom" de liquidez global, el descalabro institucional se siente menos (en materia de tasas de interés). Sin embargo, como señalas, los spreads de Argentina siempre fueron más altos en términos relativos. Ahora que la liquidez global ha cambiado, salen los graves problemas a la vista -- y estos problemas son de tipo institucional.
En cuanto al "boom" de consumo, creo que se partía de niveles ridiculamente bajos, y por eso parece un "boom". Por otra parte, hay evidencia andecdótica de empresas financiándose con ganancias retenidas, sin verdadero acceso al mercado de crédito.
No tengo la clave para descifrar el comportamiento de las tasas de interés en Argentina, pero sí me animaría a decir que el quien hace la tarea, hace la diferencia. Además del análisis de estos ingleses, está el -muy posterior- de Adam Smith, en donde tampoco ahorra palabras para con la tasa de interés del pais que, superado económica y militarmente por Gran Bretaña, ya había dejado de ser un rival, y aún seguía prodigándole lecciones al imperio.
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