COSAS VISTAS ...
"¿España no sabrá mejorar su constitución sin auxilio extranjero?" — Jovellanos
- Comentario de Enrique Szewach (I). Este blog tiene pocos lectores y menos comentaristas. No me molesta: conozco el nivel de los lectores. Como Enrique Szewach ha escrito dos comentarios recientemente, me pareció interesante reproducirlos de manera más visible. El primero es sobre mi columna "El pecado monetario de Occidente ... y de Oriente":
Agustín, estaba justo por escribir sobre este tema así que serás debidamente citado. El problema actual es que Estados Unidos no puede -no sé si quiere- ajustar, dado que los que deberían compensar a escala global, es decir los superavitarios China y los Jeques Arabes, no tienen instituciones para gastar internamente y convertirse, como sugerís, rápidamente en centro. En ese contexto, el dilema es grave. Si USA no ajusta devaluando, y licuando la deuda de sus consumidores, todo el ajuste es en "cantidades" y lento, muy lento, dado el desbalance. Si, en cambio, USA quiere apurar el paso y licuar a sus acreedores, destruye su privilegio de emitir su moneda de reserva. La coordinación que sugerís es posible, pero convertir a la periferia en centro sin instituciones rápidamente no. Enrique Sz.
¡Bingo! Cien por cien de acuerdo.
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- Comentario de Enrique Szewach (II). El segundo comentario de Enrique está referido a mi reseña de su libro La eterna novela argentina. Historia de un suicidio (Buenos Aires: Ediciones B, 2008):
Hola Agustín. Ante todo, muchas gracias por haber leído el libro y por la reseña que valoro enormemente. Efectivamente, la novela ha generado reacciones e interpretaciones de una diversidad inesperada para mí. Respecto de la tuya, comparto tu planteo general respecto de lo que me interesó transmitir. Paso a tu "crítica" respecto de los individuos promedio. La verdad es que, más állá de mi talento novelístico, así quise construir a los personajes. Lejos del heroísmo épico, de la trascendencia, de la grandilocuencia espiritual. Porque son los individuos promedio los que integran la mayoría de las sociedades y los que pueden, a través de sus acciones, permitir el surgimiento de los liderazgos fundacionales. Me parece que es justamente eso, lo que hace verosimil la historia del fracaso argentino. Los individuos promedio han perdido el entusiasmo por la Argentina, y cuando surgen líderes fundacionales, de tanto en tanto, los ignoran o no los votan, o no les dan cabida. Creo que ése, precisamente, es parte de la "historia de un suicidio" que plantea la novela, o el ensayo, como prefieras. Y creo que es eso, como sugerís en tu comentario, lo que tiene que cambiar. El surgimiento de líderes fundacionales que logren elevar el mediocre promedio argentino. Abrazo y gracias otra vez por tu generosa reseña.
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miércoles, febrero 04, 2009
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1 comentario:
Con respecto a los líderes, yo creo que existe en la Argentina, y de ese nivel nacional podríamos descender hasta las oficinas, una especie de guillotina horizontal que le corta la cabeza al que pretende algo más que el promedio en su comportamiento cívico.
Cada vez que voy a comer con amigos y demoramos un poco en irnos porque me quedo esperando que me den la factura como se debe, varios de los que me rodean me miran con expresión de ansiedad, molestia o condescendencia. Como si exigir una factura no fuera lo más normal del mundo.
Este ejemplo a nivel microscópico se puede encontrar en todos los niveles de la vida argentina, y eso hace que la mediocracia (de "mediocridad", no de "medios") gobierne.
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