lunes, marzo 12, 2007

FRENOS & CONTRAPESOS. CHÁVEZ & GEORGE WASHINGTON
. MarcosKtulu. "El show de Chávez"

La lectura de los (muy buenos) comentarios de Marcos Cattaneo sobre el discurso de Chávez en Buenos Aires ―con el tiranuelo criticando a George Washington― me lleva a escribir un par de líneas sobre el primer presidente de los Estados Unidos, una de las figuras más importantes de la historia de América y una de las menos conocidas en el Sur del continente. Washington (1733-1799) es el ejemplo más notable de una figura política a menudo ausente en América latina: el líder constitucional [1].

El líder constitucional obtiene prestigio y poder no por la acumulación indebida de cargos, sino por ... su respeto a las instituciones republicanas. Washington es nada más y nada menos que el creador del moderno poder ejecutivo, algo que Chávez no puede siquiera empezar a comprender.

Un maestro de la renuncia
La paradoja de Washington es precisamente la siguiente: mientras más renuncia a cargos y honores, más prestigio y poder acumula. Durante la larga guerra de independencia (1775-1783), el general percibe la sutileza que guiará su conducta política: colaborar con el Congreso le otorga ... más posibilidades de llevar adelante el esfuerzo de guerra de manera efectiva.

En su racconto del año 1776, David McCullough desempolva un importante documento; estamos a finales de un año dramático, con tremendas derrotas para los revolucionarios, y un par de simbólicas pero importantes victorias en Trenton y Princeton. Washington mantiene informado al Congreso de todos sus pasos; éste último le contesta con una resolución:

Happy it is for this country that the general of their forces can safely be entrusted with the most unlimited power, and neither personal security, liberty, nor property be in the last degree endangered thereby.

En marzo de 1783, un grupo de oficiales le ofrece cerrar el Congreso y coronarlo Emperador de América. Muchos intuyen que Washington se negará a aceptar el liderazgo del virtual golpe de estado. El suspenso dura varias semanas. "Si lo hace", escribe el rey de Inglaterra Jorge III (es decir, si renuncia al título de Emperador), será "the greatest man in the world".

Al final, Washington desarma la conspiración y renuncia formalmente, un par de meses más tarde, a todos sus cargos frente al Congreso reunido en Annapolis. Su prestigio es tal que su presencia en la Convención Federal de Filadelfia de 1787 es considerada indispensable para el éxito de la empresa. Washington no es un intelectual: su carsima proviene de su gravitas ― y de su capacidad de auto-contención.

El "NO" a la re-re-elección en 1796: la "madre" de todas las renuncias
La carrera del ex-general continúa, sembrada de renuncias que aumentan año tras año su prestigio. Elegido presidente de los Estados Unidos por unanimidad del Colegio Electoral en 1789 y en 1792, Washington considera la posibilidad de su "re-re-elección" a finales de 1796. La consitución no prohibe la re-elección por períodos indefinidos. Pero Washington decide no presentarse.

El "no" de Washington en 1796 es un evento fundamental en el desarrollo institucional de los Estados Unidos. En definitiva, resulta más poderoso que cualquier disposición legal. Cuando otros presidentes consideran la "re-re-elección" (Jefferson, Monroe, Jackson, Theodore Roosevelt), se sienten aplastados por el precedente de 1796. No llegan siquiera a insinuar la posibilidad de un tercer mandato consecutivo ― aunque ninguna norma constitucional lo prohiba.

Habrá que esperar una crisis planteria ―la Segunda Guerra Mundial― para que Franklin Delano Roosevelt se atreva a quebrar el precedente de 1796. En otras palabras: los convencionales de 1787 aceptaron la re-elección del presidente por tiempo indefinido porque intuían que Washington ejercería de manera moderada los (enormes) poderes de la constitución, sentando precedentes. Pero optaron por preservar esta posibilidad en caso de una crisis existencial ― como la que finalmente estalló en 1939 [2].

¿Quien gobierna mejor?
Chávez piensa que el camino al gobierno efectivo pasa por el poder concentrado: otro clásico de la cultura política argentina. Sin embargo, Venezuela es un caos de corrupción, pobreza, inflación y crimen. Chávez no controla lo que desearía controlar. La nota del Banco Mundial para Venezuela, en materia de Government Effectiveness, es ... 1.6/10, vs. 9.4/10 para los Estados Unidos.

Ahí reside el malentendido sobre la naturaleza del poder ejecutivo. Un poder ejecutivo efectivo solamente es posible en un marco del "rule of law" y de un mínimo respeto por la división de poderes (en particular por la independencia judicial, destruida por Chávez con la ampliación de la Corte Suprema a 32 miembros y el nombramiento de "revolucionarios"). En el fondo, América Latina necesita líderes verdaderamente ambiciosos, deseosos de dejar un legado duradero, fundacional. El legado mezquino de Chávez y de sus imitadores se derrumbará con el precio de las materias primas. Le pasó a Perón en 1952, le pasará a Chávez algún día.

[1] David McCullough. 1776 (Nueva York: Simon & Schuster, 2005); Joseph J. Ellis. Founding Brothers. The Revolutionary Generation (Nueva York: Knopf, 2000); Garry Wills. "Constitutional Leader: George Washington", en Certain Trumpets. The Nature of Leadership (Nueva York: Simon & Schuster, 1994).

[2] Finalmente, la enmienda constitucional No. XXII, aprobada en 1947, prohibe formalmente la posibilidad de un tercer mandato presidencial.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Agustin:

Creo que el locutor de venezuela critica a GW porque probablemente es el yanqui mas conocido del mundo (en los dolares donde aparece y en todas las fotos y/o dibujo del dolar)

Saludos

Ramon Cassino

Agustin dijo...

Hola Ramon. Muy cierto lo que decis. Lamentablemente, no se sabe mucho sobre el personaje historico.