FRENOS & CONTRAPESOS. LA Sra. CRISTINA EN BULGARI: AUTO-CONTROL & CALIDAD INSTITUCIONAL
. Maria Egizia Fiaschetti: "Visita a Bulgari antes de la cumbre", La Nación
Todo el mundo tiene sus pasiones. En lo personal, no tengo nada en contra del gusto de la Sra. Cristina por los artículos de lujo. Desde el punto de vista económico, el lujo es sinónimo de empleo e innovación: el lujo de hoy es lo que todos consumiremos mañana. Pero la Sra. Cristina también es presidenta de un país colapsado desde el punto de vista de la gobernanza. Su cargo le exige una mínima capacidad de auto-contención; la visita a la joyería Bulgari mientras se intensifica el desabastecimiento en la Argentina es un daño permanente a su reputación. Mientras pensaba en estas ideas leí esta interesante nota de David Brooks (*). Brooks recuerda los graves problemas psicológicos del joven Abraham Lincoln, que estuvo a punto de suicidarse en 1841. Pero Lincoln se repuso: logró controlar sus "demonios". Hoy en día, continúa Brooks, nuestra cultura política "progresista" considera el auto-control como algo retrógrado.
Todo lo que llevamos dentro es por definición "bueno"; la auto-disciplina no es "piola", no es cool. Brooks tiene un punto — aunque me parece que subestima el creciente peso de corrientes budistas y de meditación, que le dan un aspecto cool al auto-control. (Yo prefiero el auto-control "occidental", estoico y cristiano, pero ese es otro punto). La conclusión de Brooks es que, a la hora de votar, sería bueno tener en cuenta no solamente el talento de los candidatos, sino también su capacidad de auto-contención. Me permito recordar que, desde este blog, señalé repetidamente este problema, tanto en el caso del Sr. "K" como en el de su mujer. En particular, destacaba que la no-renuncia de Cristina a su cargo de senadora (al ser elegido presidente su marido) significaba un disparate institucional de fenomenal envergadura: la ante-sala de nuevos y mayores problemas.
(*) David Brooks: "The Art of Growing Up", The New York Times
sábado, junio 07, 2008
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1 comentario:
Ayer pasaban una película de una escuela de arte.
Un artista consagrado, pedante como él solo, va a dar una conferencia a los estudiantes, y uno de los muchachos le pregunta:
-Why are you such an asshole?
El director se impacienta, pero el artista le dice:
-That's a great question. I can be such an asshole because I earned my right to be like that.
Y ahí está el problema.
Los Kirchner se creen que se ganaron el derecho a hacer lo que se les cante, y no entienden que no sólo tienen que ser los primeros en dar el ejemplo, sino que tienen que minimizar su tasa de errores, reconocer los errores que cometen, dar marcha atrás y solucionar los problemas que ellos mismos causan.
No tienen ningún derecho a ser "such an asshole"
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