martes, junio 10, 2008

NOTAS DE VIAJE. UNA PORTEÑA EN SINGAPUR (¡OTRA VEZ!)

Por Claudia Lago (*)

Estuve por tercera vez en Singapur, un país que no deja de sorprenderme. Esta vez no tanto por el milagro económico sino por las políticas de población, aunque ambos temas están sin duda relacionados.

Aprendí que siendo un país muy pequeño —con 4.6 millones de habitantes de tres grupos étnicos (chinos, malayos e indios) además de muchos extranjeros— Singapur ha tenido una política de población agresiva por muchas décadas. Sin duda esto ha influido para que el país tenga un ingreso per cápita muchas veces superior al de sus vecinos: US$ 48.900.

Durante mi estadía tuve la posibilidad de compartir sobremesas con profesionales de distintos países que viven o viajan regularmente a Singapur. Como en otras ocasiones, los australianos y habitantes de Hong Kong alternaron entre bromas e ironías sobre ciertas políticas del gobierno de Singapur.

Las conversaciones sobre las políticas de Estado para promover el crecimiento de la población me dejaron estupefacta. Mis anfitriones comentaron sobre el “crucero del amor” implementado por el gobierno para promover casamientos entre profesionales después que las estadísticas mostraron que las mujeres profesionales preferían permanecer solteras y no tener hijos. Mis anfitriones se refirieron también a un tema todavía más complicado: se trataba de promover casamientos dentro de un cierto “gene pool”.

La anécdota divertida la contó un australiano soltero que vive y trabaja en Singapur por muchos años. Él recibe regularmente invitaciones para obtener consejo profesional sobre cómo elegir la esposa adecuada y cómo formar una familia.

Dado que tenía dificultad para entender cuánto de verdad y cuánto de exageración había en las conversaciones, fui al sitio de internet del gobierno de Singapur. Para mi sorpresa, rápidamente encontré una sección sobre Familia y Desarrollo de la Comunidad para Ciudadanos que incluye un sitio de citas!

El sitio incluye secciones sobre cómo encontrar el alma gemela, afrontar el casamiento y construir matrimonios sanos. El pragmatismo a ultranza se mezcla con el romanticismo y no faltan referencias sobre cómo construir y hacer crecer el ingreso y los activos de la pareja. Les paso el link para solteros interesados: http://fcd.ecitizen.gov.sg/CourtshipNMarriage/

A pesar de los comentarios durante la sobremesa, no encontré referencias raciales. Sin embargo noté que existían sitios de citas diferentes para profesionales y no profesionales.

En internet también encontré referencias a las políticas aplicadas por el gobierno en el pasado. En décadas pasadas, la operaciones de esterilización después del primer hijo fueron promovidas entre los grupos más pobres. Asimismo, el gobierno ha usado la asignación de vivienda oficial, las asignaciones por hijo, el acceso a las mejores escuelas públicas y otros instrumentos para incentivar o desincentivar el crecimiento de la población de diferentes grupos.

La situación ha cambiado en los últimos años porque el crecimiento de la población ha sido muy bajo. Actualmente el gobierno estimula nacimientos en todos los grupos étnicos y sociales. Durante mi estadía leí en el diario una discusión motivada porque el gobierno aprueba/incentiva nacimientos de mujeres solteras.

En nuestra cultura, estos métodos podrían ser interpretados como una interferencia en la vida privada de los ciudadanos. No dejo de pensar que somos muy diferentes y que vivir en Singapur debe ser muy difícil para un latinoamericano. Se me ocurre que la política del Estado de Singapur está en las antípodas de la política de fronteras abiertas que promovió la migración de nuestros abuelos y bisabuelos de Europa a Argentina.

(*) La serie anterior es "Una porteña en Singapur" (I, II, III, IV y V). Ver también las notas "Una porteña en El Cairo" (I, II y III).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante Claudia, gracias por la nota.

Sin ir tan atras en la historia de Argentina, digamos que es bastante distinta a la politica de fronteras abiertas que de facto tenemos respecto a nuestros paises limitrofes. Ni que hablar de las consecuencias economicas que todo esto trae a traves de las politicas sociales y la presion sobre el fisco.

Te imaginas a las autoridades argentinas imponiendo restricciones de visado e ingreso al pais como las que se exigen en los paises desarrollados..?


Sds..!!

Ricardo