miércoles, junio 25, 2008

FRENOS & CONTRAPESOS. MEJORAR LA GOBERNANZA: ¿UN PROBLEMA "TOP-DOWN" O "BOTTOM-UP"?
. Fahimul Quadir: "Canada's Approach to Good Governance in Bangladesh: Exploring the Dynamics of Social Change", Canadian Journal of Development Studies, Vol. 28, No. 2 (2007), 251-61

Interesante artículo de Fahimul Quadir sobre el problema de la ayuda en materia de gobernanza. Quadir analiza el caso de la cooperación canadiense en Bangladesh y debate los méritos del enfoque tradicional "top-down" vs. el método recientemente adoptado por Canadá ("bottom-up"). Quadir comienza por definir el nuevo paradigma de la ayuda internacional: good governance. La idea es llevar adelante un cambio en la cultura política: to foster a democratic political culture en lugar de la confrontational political culture. ¿Cómo lograrlo? Según Quadir, los principales organismos involucrados —Banco Mundial, UNDP, USAID y otros— han logrado cierto consenso sobre la necesidad de la institutional reform. Los objetivos pueden enfatizar el costado económico (Banco Mundial) y/o social (Naciones Unidas) de la gobernanza. Pero el camino, invariablemente, es "top-down": fortalecer la "infraestructura soft" (las instituciones), también llamada "capital institucional" de un país.

La hoja de ruta es bastante conocida: "Transparency and accountability of public institutions, financial management, separation of the executive and the judiciary, reduced corruption, free and fair elections, administrative descentralization, and political reform". Desde este punto de vista, resulta importante mejorar el control parlamentario con el obetivo de strengthen the rule of law. En este enfoque "de arriba hacia abajo", la prioridad pasa por fortalecer las instituciones del sector público. ¿Pero qué proponen los canadienses? Según Quadir, las agencias de cooperación para el desarrollo canadiense —si bien comparten los objetivos recién señalados— han tomado otro camino: su concepción de la gobernanza no es state-led. La idea es promover la "sociedad civil" de abajo hacia arriba, trabajando directamente con ONGs locales para promover el "empowerment" de las mujeres, el entrepreneurship en los pobres, el micro-crédito, el "capital social", etc.

En la conclusión del artículo, el Sr. Quadir parece inclinarse a favor del enfoque "top-down". El enfoque "bottom-up" presenta dos graves inconvenientes. En primer lugar, las ONGs siempre terminan politizándose. El sueño del empowerment y del "capital social" es muy noble, pero no hay cómo evitar la realidad del proceso político. En segundo lugar, hay un problema de "distinción filosófica": el enfoque "top-down" es el único que logra establecer un fundamento teórico relativamente sólido a favor de las mejoras en la gobernanza desde el sector público.

1 comentario:

Sine Metu dijo...

Acá un ejemplo de bottom up (Irlanda) y una serie de lineamientos para intentar aplicar en Argentina (o en cualquier país).

Cabe destacar que la pequeña gran diferencia es que Irlanda es un país PEQUEÑO. Con todo lo que ello implica.