viernes, diciembre 30, 2005

ECONOMÍA & INNOVACIÓN. LA ARGENTINA Y EL "NUEVO BRETTON WOODS" (INTENTO DE EXPLICACIÓN DEL "BOOM" ECONÓMICO)
. Michael P. Dooley, David Folkerts-Landau & Peter Garber: "An Essay on the Revived Bretton Woods System", NBER, Septiembre 2003

Desde el punto de vista económico, mis críticas al gobierno de Néstor "K" se centran en la cuestión institucional: la concentración de poderes desestabiliza la propiedad, y esto se traduce en escasez de capital para los emprendedores. Pero algo más está sucediendo: ayer no conseguí ni taxis, ni ... ropa interior (¡stocks de medias y calzoncillos agotados!). Hay un "boom" económico: es imposible negarlo.

Este "algo más", sospecho, es la paradójica posición de la Argentina dentro del "Nuevo Bretton Woods" (NBW). La idea del NBW fue introducida en 2003 por un grupo de economistas del Deutsche Bank y del National Bureau of Economic Research, para explicar la ausencia de ajuste económico en los Estados Unidos (*).

El esquema del NBW comprende: (1) un centro que se destaca por su habilidad para innovar, y por la solidez de su sistema financiero, a su vez producto de la estabilidad de la propiedad (los Estados Unidos y, en menor medida, Europa Occidental); (2) una periferia que basa su estrategia de desarrollo en la deliberada subvaluación de su moneda para exportar al centro.

El principal actor de la periferia es China. Sus compras de Treasuries contribuyen a financiar la innovación empresaria en los Estados Unidos, y la demanda de bienes de consumo de este país retro-alimenta el sector manufacturero exportador chino. Note que China optó por el NBW porque la debilidad de sus instituciones le hacía imposible pensar en liberalizar rápidamente su sistema financiero, como lo estipulaba el llamado "Consenso de Washington".

Roberto Lavagna y el Nuevo Bretton Woods
Trabajé casi una década en un banco de inversión en Buenos Aires, cuyo accionista principal ―un economista brillante ―formuló (en plena convertibilidad) el dilema que enfrentaba la Argentina. El país no podía simultáneamente tener un altísimo costo del capital y un altísimo costo de la mano de obra. Uno de estos dos tenía que ceder.

Sabemos lo que sucedió: la devaluación de 2002 abarató bruscamente el costo de la mano de obra. Roberto Lavagna percibió que, salvando las distancias, la Argentina estaba en una situación parecida a la de China al momento de "ingresar" al NBW: el desastre institucional hacía imposible pensar en abaratar el costo del capital. El "Consenso de Washington" fue abandonado.

El nombramiento de Martín Redrado en el BCRA fue la señal más clara del camino adoptado por Lavagna: Prat Gay quería dejar que el peso se apreciara; esto iba en contra del esquema de NBW. Redrado, en cambio, con tal de presidir el BCRA, aceptaría aplicar cualquier política cambiaria masterminded por el ministro de Economía.

No hay dudas que, hasta ahora, el esquema ha resultado más exitoso que lo previsto: sospecho que la disponibilidad de banda ancha tiene que ver con esto, ya que más sectores (y más PyMEs) logran conectarse con la economía global ―sacando provecho del bajísmo costo del capital humano en la Argentina. (Enrique Szewach sigue de cerca las variables para monitorear el futuro del programa).

Una sabrosa paradoja
Termino con una interesante paradoja: el gobierno de Néstor "K", al adoptar el Nuevo Bretton Woods, ha contribuido de manera sistemática a financiar el esfuerzo de guerra de los Estados Unidos en Irak. Esto es así por una sencilla razón: la acumulación de reservas internacionales se hace principalmente bajo la forma de Treasuries, los títulos de deuda más liquidos y más seguros para los bancos centrales.

Algo parecido sucedía con el Bretton Woods original: durante los 1960s, los Europeos protestaban por la guerra de Vietnam ... pero ayudaban a financiarla con sus compras de títulos de deuda en dólares. Salvo De Gaulle, mantenían sus consciencias relativamente tranquilas al protestar por la política exterior de Washington ... ¡Pero no pensaban dejar de exportar al gigante!

(*) El último ensayo publicado es Michael Dooley & Peter Garber: "Is it 1958 or 1968? Three Notes on the Longevity of the Revived Bretton Woods System", Brooking Panel on Economic Activity, abril 2005.

No hay comentarios.: