martes, diciembre 13, 2005

FRENOS & CONTRAPESOS. MÁS SOCIOLOGÍA (BARATA) PORTEÑA
. BrothersJudd.com: Gordon S. Wood

Luego de tres años en la muy igualitaria Holanda (a los que se suman diez en Francia, durante mi infancia), hay cosas que no dejan de sorprenderme cada vez que vuelvo a Buenos Aires. Claramente, la nuestra sigue siendo una sociedad jerárquica, paternalista, autoritaria. La persona que limpia en mi casa me trata de "Don Agustín" ―pero tiene mi edad.

Noto lo mismo en el club: el personal me saluda con cierta reverencia, por lo menos en lo exterior. En su libro The Radicalism of the American Revolution (1992), Gordon Wood presenta la Revolución Americana de 1776 como el primer intento de establecer una sociedad basada en la igualdad ante la ley. ¡Al diablo con las jerarquías, el paternalismo, el autoritarismo!

2 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

Sin embargo, no siempre fue así, creo yo. Creo que era Emilio Perina el que contaba de aquel inmigrante italiano que escribía a su familia en Italia muy sorprendido porque en Argentina no había que "sacarse el sombrero" cuando se cruzaba con algún rico o poderoso...

Anónimo dijo...

Perdoname que me ponga un poco irónica (no es falta de respeto..) pero debés de tener un porte imponente... porque cuando yo enseñaba en universidades privadas (para no entrar en el campo social de la anarquía de la UBA) casi nunca conseguía que mis alumnos usaran el "usted"... Quizá se debía a que era mujer.. maybe... la única excepción a este trato igualitario lo recibí en un terciario nocturno dependiente de la Asociación Bancaria, donde empleados bancarios de toda edad y condición, estudiaban carreras cortas para mejorar sus currículums... esos estudiantes, con menos recursos (mis primeros alumnos apenas salida del horno de la Facultad, con mis escasísimos 23 años!) todos ellos mayores que yo, ellos me daban un trato preferencial por estar ahí enseñándoles algo que ellos desconocían... Los jóvenes con más recursos educativos nunca demostraron reconocimiento jerárquico alguno... no es que lo reclamara... pero es algo que marca la idiosincracia nacional...
Como verás también me dedico a la sociología barata.... jajajaja