martes, mayo 01, 2007

FRENOS & CONTRAPESOS. NIXON & MAO: CONECTIVIDAD Y EQUILIBRIO
. Margert Macmillan. Nixon and Mao: The Week That Changed the World. Random House: 2007 (*).

¿Cuál fue la principal causa del derrumbe soviético? Para buena parte del establishment conservador en los Estados Unidos, el elemento decisivo es el programa Star Wars de Ronald Reagan. Star Wars, argumenta la escuela reaganista, fuerza a la URSS a lo imposible: aumentar drásticamente la productividad de la economía. Esta interpretación, muy difundida en los 1990s, está siendo duramente cuestionada hoy.

Thomas Barnett, el estratega de moda en los Estados Unidos, piensa que el tipping point para el derrumbe soviético es la visita del presidente Richard Nixon a China a comienzos de 1972. Hay dos elementos en juego: conectividad y equilibrio. Cuando la delegación estadounidense prepara el viaje de Nixon, percibe que los chinos copian todos los documentos ... a mano. ¡No existen fotocopiadoras en China! Los estadounidenses deciden entonces regalarles la que llevan consigo.

Algo parecido sucede con el Air Force One: los chinos, que insisten en guiar el avión presidencial sobre su espacio aéreo, ignoran la tecnología del Boeing 707. La magnitud del atraso tecnológico y científico de China causa un shock (nunca exteriorizado) en los locales. La visita de Nixon, señala Barnett, allana el camino para una nueva revolución china, esta vez conducida por ... Deng Xiao Ping y la conectividad. ¡Brillante!

Equilibrio internacional, des-equilibrio doméstico
Uno de los pasajes más llamativos del libro de Margaret Macmillan (solamente leí un par de capítulos y la conclusión) es el referido a la politique d'équilibre llevada adelante por Nixon, Kissinger, Mao y Chou En-lai:

Mao and Chou both expressed concern over the Soviet Union. When Kissinger had been rebuffed by the Chinese when he had suggested a defensive alliance, he now found Mao talking about the need for a 'horizontal line' of countries streching along the borders of the Soviet Union, through China, and into Europe, to contain Soviet power. 'The driving force on the Chinese side', Kissinger told Nixon, 'remains the preoccupation with the Soviet Union. The Chinese are counting on the U.S. as a counterweight. 'The key', commented Nixon in the margin of Kissinger's memo (p. 323).

Tenemos aquí los elementos clásicos del equilibrio de poderes: contener, frenar, contrapesar. (Es "la clave", nota Nixon). No deja de fascinar, por otra parte, la intensa paradoja que cubre el viaje de Nixon: ninguno de los participantes cree en las virtudes del equilibrio de poderes ... en casa. Nixon y Kissinger, como bien muestra Macmillan, adoran trabajar en secreto. Mao y Chou, por su parte, harán saber, un par de años más tarde, su sorpresa por el impacto de Watergate.

¿Cómo es posible, piensa Mao, que un episodio tan irrelevante pueda causar la caída de un presidente? Parece ser una Ley de la Historia: los grandes artistas del equilibrio internacional —Metternich, De Gaulle y el aprendiz Chávez, además de los cuatro protagonistas de Nixon and Mao— nunca aprueban la idea de checks and balances en su propio país. Para los interesados, esta paradoja deja entrever un final nada feliz.

[Si a alguien se le ocurre uno o varios candidatos para ampliar la lista, please utilizar la sección de comentarios!]

(*) Algunas reseñas: Seth Faison. "Nixon and Mao by Margaret MacMillan", Los Angeles Times; Joseph Kahn. "Four Visionaries With Cloudy Visions", New York Times; Eric Spanber. "Nixon and Mao: The Handshake Felt Round the World", The Christian Science Monitor.

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