martes, mayo 15, 2007

FRENOS & CONTRAPESOS. CUANDO DAVID SEDUCE A BETSABÉ ("RULE OF LAW" & PROGRESO)
. 2 Samuel 11 (King James)

La trama es sencilla: el rey David, loco de deseo por la bella Betsabé, se la hace traer y ... se acuesta con ella (2 Samuel 11). Enterado del embarazo de Betsabé, David ordena que le traigan al marido, que se encuentra peleando con el ejército en el sitio de una ciudad. A los pocos días, el heteo Urías, marido de Betsabé, recibe la orden de ubicarse "en lo más recio del combate" — y muere. El rey David comete adulterio y ... asesinato.

¿Zafará, o será castigado? Estamos frente a una pregunta absolutamente esencial desde el punto de vista de la cultura política occidental. ¿Es la ley igual para todos, incluso para un poderoso rey? Hace unos días recordé la historia de David y Betsabé —hay una película de 1951 con Gregory Peck— con un amigo que despotricaba contra las "retrógradas" religiones (judaismo y cristianismo).

Un poco de contexto
Al final, David sufre un tremendo castigo. Queda humillado, pierde al hijo, su gloria se esfuma. Tiene otro hijo con Betsabé: Salomón, cuyo reino precipita la decadencia de Israel. Para mis amigos "progresistas" y "libertarios", no siempre atentos a los vaivenes de la historia, la tradición judeo-cristiana es una visión retrógrada, opuesta al verdadero progreso.

Me temo que confundan el árbol con el bosque. El castigo al rey David es el evento más progresista que sea posible imaginar. El mundo civilizado alrededor de Israel está gobernado por reyes y emperadores vistos como dioses o semi-dioses, capaces de ordenar torturas masivas de inocentes para satisfacer su sed de poder (ver Daniel Arnaud. Assurbannipal, roi d'Assyrie. Paris: Fayard, 2007).

En el hinduismo, "no existe la noción de pecado supremo. Toda acción se justifica en un contexto determinado, y los dioses son a menudo sobornados" (Pavan K. Varna. Le défi indien. Paris: Actes du Sud, 2006). El profeta del islam, mientras tanto, tiene derecho a más mujeres que el común de los mortales (César Vidal. España frente al islam. De Mahoma a bin Laden. Madrid: La Esfera de los Libros, 2004).

La igualdad ante la ley no nació de la Revolución francesa. Viene de una tradición mucho más antigua, y arguably más "progresista".

1 comentario:

MarcosKtulu dijo...

Lo que por ahí interpretan los progresistas es que se está castigando, de acuerdo a una moral bíblica, un acto de adulterio. Pero más allá de esa falta, que juzgada desde una moral actual no es tan grave, la que sí lo es, tanto entonces como hoy, es abusar de una posición de poder para desplazar, desde un cargo público, a un rival en lo personal. David, como una suerte de semidios griego, es un ser poderoso pero imperfecto, pasional. La ley -divina- le es superior y por lo tanto aplicable. ¡Principios de legalidad e igualdad ante esa ley!. Qué mejor forma de aleccionar el verdadero sentido universal de la ley divina (como x ej no matar) que aplicárselo a la propia autoridad de aplicación?
Muy sabia reflexión Mack; bien salomónica.