martes, junio 05, 2007

ELECCIONES PORTEÑAS. LOS VOTOS SE CUENTAN DE A UNO

Por Hugo Perini (*)

Los resultados de las recientes elecciones porteñas arrojaron, en mi opinión, algunas particularidades importantes, que me gustaría compartir con los lectores del blog. En primer lugar el indiscutible triunfo del señor Macri, quien, al presentarse con su propia boleta solamente, le ha permitido homogeneizar su representación parlamentaria y, además, por lo abultado del resultado, ser casi mayoría en la Legislatura.

Esto le asegurará, si triunfa en la segunda vuelta, poder llevar adelante su programa sin ninguna obstrucción, algo que si bien lo beneficia, lo hace al mismo tiempo ante la sociedad enteramente responsable por la eficacia del mismo, ya que no podrá culpar a nadie de un eventual fracaso. En segundo lugar, el señor Filmus, su oponente en la próxima elección y candidato del presidente Kirchner, solo sacó el 10% de los votos, alcanzando el segundo lugar en la primera vuelta por el aporte del 14,5% de Aníbal Ibarra.

Para aquellos que dicen que el señor Ibarra es un "ganador"·, luego de su destitución, me parece pertinente recordar que en el año 2003 obtuvo el 54% de los sufragios, con los que venció al Sr. Macri en la segunda vuelta, por lo que habría perdido el 40% de aquellos votos. Esto relativiza la opinión de ciertos medios que sostenían que los habitantes de la ciudad no estaban de acuerdo con su destitución, ya que de haber sido cierto este sentimiento, su cosecha de votos debería haber sido mucho mayor, máxime considerando que su agrupación política solo presentaba candidatos a diputados, y que el era el cabeza de esa lista .

Finalmente, el señor Telerman obtuvo el 11% de los sufragios, lo que no es menor considerando que prácticamente carece de estructura partidaria propia, mientras que su circunstancial socia, la doctora Carrió, solo obtuvo el 9,6% de los sufragios en su propio distrito electoral. En suma: un nítido ganador: Macri y la señora Michetti (no olvidarla), y dos claros perdedores: el presidente Kirchner, que choca en la ciudad con un 90% de votos no favorables, y la doctora Carrió, quien por tercera vez consecutiva, vuelve a perder en su distrito.

Resignada, Elisa Carrió comentó recientemente: "Me quieren pero no me votan". Valdría la pena un autoexámen de conciencia para analizar el porqué. En cuanto a Aníbal Ibarra, su situación dependerá del resultado de la segunda vuelta: de ganar Mauricio Macri , el peso de su representación se desdibujará, tornándose incierto su futuro, toda vez que debido a la cómoda mayoría parlamentaria del PRO, le será imposible utilizar a sus legisladores como moneda de cambio para obtener favores que le permitan "pagar" la deuda por los apoyos recibidos.

De imponerse en la segunda vuelta su aliado circunstancial Filmus, su situación mejoraría algo, pero en lo que no parece haber dudas es que un eventual retorno suyo al primer plano de la política de la ciudad de Buenos Aires se ve hoy como un escenario bastante improbable.

(*) Otras contribuciones de Hugo Perini: "Elecciones: no cualquier coalición"; "¿Viajeros o turistas?"; "El bipartidismo y la reforma de 1994"; "¿Inversores o coleccionistas?" (21 de mayo); "Rusia y la reescritura de su historia"; "Entre lo que digo y lo que hago...". En 2006: "Liberalismo y República" (22 de diciembre); "Mitre y la Corte Suprema" (24 de noviembre); "Justicia y República" (23 de noviembre); "Federalismo" (10 de noviembre) y "Demora en cubrir las vacantes de la Corte Suprema" (28 de agosto).

1 comentario:

Anónimo dijo...

En el 2005 voté a Macri para legislador y él casi nunca fue! La representatividad no se limita a sentarse en una silla, es cierto. Hay que sentarse en esa silla para defender a los representados proponiendo leyes propias, votando las propuestas por otros si son buenas, votando en contra para restarle números a las que no son buenas. Nada de eso hizo Mauricio Macri. Simplemente no fue porque era minoría o porque se aburría. No es para nada menor lo que él mismo dice hoy. Si sabía que el trabajo legislativo lo aburría (COSA QUE YO DESCONOCIA Y POR ESO LO VOTE EN EL 2005) para qué hizo que lo votáramos para legislador? Me demostró que dice una cosa pero hace otra y que no respeta a los que lo elegimos. Me decepcionó. Yo creía en él y me sentí estafada. No acepto que en realidad se vota para que trabajen otros y el cabeza de lista no. Ahora que se vuelve a presentar, ¿volverán a trabajar otros y no el cabeza de lista, dados los antecedentes de Macri en el Poder Legislativo? ¿Cómo sé yo que unos meses después no va a decir que el Ejecutivo lo aburre? A ver si vuelve a hacer que se lo vote para después mandar a trabajar a otros.
Y ahora voy a decir algo que es mucho más decepcionante e intolerable para los que creímos en él. ¿No es corrupción cobrar como diputado cuando casi nunca fue a sesionar? Y otro pensamiento más defraudante, ¿no es corrupción cobrar DE POR VIDA una jubilación por un trabajo que era sólo nominal, porque en la realidad trabajó muy pocos días? Hubiera sido menos peor si hubiera renunciado a su banca en vez de salir hoy a hablar de la corrupción de los políticos.
Otra cosa, si Macri estaba en contra de la Ley de Educación y de la Ley de Financiamiento Educativo, ¿por qué no votó en contra? No, directamete no fue. ¿Por qué no votó ni siquiera por el Certificado de Discapacidad? Tampoco fue. Y así todo....