viernes, noviembre 10, 2006

FRENOS & CONTRAPESOS. FEDERALISMO

Por Hugo Perini (*)

Nuestra Constitución Nacional establece en su artículo primero que la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma republicana, represenativa y federal.

Lamentablemente en los últimos años la república ha sido cada vez más un ideal que una realidad. En efecto, la inexistencia de división de poderes, que se traduce entre nosotros en un sistema presidencialista exacerbado que dicta decretos de necesidad y urgencia sin necesidad ni urgencia, un Parlamento complaciente que entre otras delegaciones de su autoridad le otorgó facultades extraordinarias al Jefe de Gabinete para redistribuir partidas presupuestarias y una Corte Suprema que evita en lo posible pronunciarse sobre temas controversiales con el Poder Ejecutivo, nos llevan a un republicanismo más virtual que real.

El sistema representativo se halla en crisis desde 2001, habiéndose deteriorado seriamente la relación contractual entre representantes y representados, habiendo sido degradado en los últimos tiempos por la puesta en práctica de medidas de acción directa como "escraches" o piquetes como modo de hacer política, las que, a la par de ser alentadas por el poder, constituyen actos claramente totalitarios.

Por último, si el federalismo económico hace años que no existe en la Argentina, al punto que se está en deuda con la constitucion por la no sanción de una nueva ley de coparticipación general, lo que parece no preocupar a nadie, especialmente a las provincias, el federalismo político ha sufrido en estos últimos días dos duros golpes, como fueron las renuncias a ser reelegidos en sus cargos formuladas por los gobernadores Fellner y Solá, no en sus respectivas provincias y ante sus comprovincianos, sino en la Casa Rosada y ante el Presidente de la Nación.

Preocuparse por hechos como los comentados frente a la actual bonanza económica mundial usufructuada por la Argentina, pero sobre la cual el país por el tamaño de su economía no tiene ninguna posibilidad de accionar, puede parecer un ejercicio intelectual inútil.

Sin embargo, los ciclos de auge económico son sucedidos inexorablemente por ciclos de depresión económica, y cuando esto suceda, los países sólidos en lo institucional la van a pasar mejor que aquellos que como nosotros nos hemos venido apartando desde hace mucho tiempo de los sabios preceptos de nuestra Ley Suprema.

(*) Carta de lectores de LA NACIÓN, reproducida con autorización del autor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Agustin:

Yo creo que la coparticipacion es una ley fascita.
Creo que hay que volver a la constitucion del 53/60 y tambien creo que la Argentina va a otro desastre monumental, que podria habrir la puerta a una verdadera revolucion: hacer cumplir la constitucion: o un solo Art, el 4to:eso seria revolucionario