FRENOS & CONTRAPESOS. EL BLOG DE MONTESQUIEU: NOTAS DE LECTURA [6] (*)
. Montesquieu. El Espíritu de las leyes
- El despotismo y la severidad de las penas [Libro VI, cap. 9, pp. 318-320]. La severidad de las penas depende del grado de ... despotismo. En un Estado moderado, el "amor por la patria" alcanza para evitar muchos crímenes. "Sería fácil comprobar que, en todos o casi todos los Estados de Europa, las penas han disminuido o aumentado a medida que se acercaron o alejaron de la libertad". En cambio, en un país despótico, la infelicidad incita al crímen — lo que requiere castigos cada vez más violentos. En un país moderado reina la "suavidad" (douceur). "No hay que conducir a los hombres por las vías extremas" (Il ne faut point conduire les hommes par les voies extrêmes).
- El espíritu de las leyes: familia & Estado [Libro VI, cap. 13, p. 323]. En un comentario sobre las leyes despóticas del Japón, Montesquieu observa que su espíritu no corresponde al de la vida privada, donde se destaca el trato humanitario de niños y esclavos: "Por el espíritu que debe reinar en el gobierno doméstico, ¿no podríamos acaso juzgar el que prevalecerá en el gobierno político y civil?" En 1992, el historiador estadounidense Gordon Wood re-interpretará la Revolución estadounidense de 1776, al establecer un vínculo entre paternalismo y cultura política.
- Maldad de los hombres [Libro VI, cap. 18, p. 329]. Una frase aparentemente anodina abre el capítulo: "Parce que les hommes sont méchants, la loi est obligée de les supposer meilleurs qu'ils ne sont". Pero esta frase es de una importancia crucial. Faltan solamente siete años para que Jean-Jacques Rousseau publique su Discurso sobre la desigualdad, en el que planteará —exactamente a contramano de Montesquieu— la bondad natural del ser humano. En un caso (Montesquieu), se necesitan frenos y contrapesos para oponer "pasión contra pasión". En el otro (Rousseau), desaparece la razón de ser de los frenos y contrapesos: es el camino de la Revolución francesa, del uni-cameralismo, del caos y de ... la solución dictatorial (Napoleón).
- Los Germánicos [Libro VI, cap. 5, p. 314-316]. "Nuestros padres, los Germánicos ..." (Nos pères, les Germains ...) Otra frase rica en significado. Montesquieu, que critica a Roma por la falta de independencia judicial, ensalza (de manera pre-romántica) a las tribus germánicas donde la costumbre era la principal fuente del derecho. Para los Germánicos, el derecho era "exterior" a la autoridad ejecutiva. Naturalmente, esta valoración desapareció tras las guerras mundiales del siglo pasado: la barbarie nazi borró cualquier idea de la "virtud política germánica". (Para mí, es un error: los escandinavos fueron los verdaderos herederos de esta tradición política. Borges, admirador de Escandinavia, pedía "no reducir lo germánico a lo alemán").
- El Corán & la ley del Talión [Libro VI, cap. 19, p. 330]. "Los Estados despóticos, que aman las leyes simples, utilizan mucho la ley del Talión: la establece el Corán". ¡Wow! Esto me recuerda un libro reciente sobre el gran Adolfo Suárez: "... soportó las críticas, razonables o interesadas, con serenidad. Y desde luego, se ha negado siempre, con firmeza, a practicar la ley del Talión". La ley del Talión es, para mí, sinónimo de inestabilidad institucional, rotación cíclica de régimen político, etc.
- La inestabilidad de "los grandes" [Libro VI, cap. 21, p. 331]. El elemento aristocrático es por esencia inestable en el gobierno despótico: las fortunas cambian de mano rápidamente (l'instabilité des grands est de la nature du gouvernement despotique).
- El ejemplo de los gobernantes [Libro VII, cap. 9, p. 341]. El futbolista Lionel Messi, del Barcelona F.C., hace un gol con la mano y llama a "incentivar" (coimear) a los que juegan contra el Real Madrid. ¿De dónde saca el ejemplo? De su gobierno: lo anticipaba Montesquieu en 1748. "Cada cual sigue el espíritu del gobierno, y lleva a su casa lo que allí ve establecido".
(*) El Espíritu de las leyes es el libro-top, junto al Federalista, en materia de división de poderes
y checks and balances. Utilizamos la versión de las Oeuvres complètes, Vol. II (Paris: Gallimard, 1951). Ver notas anteriores: [1], [2], [3], [4] y [5].
sábado, octubre 06, 2007
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2 comentarios:
¡Ahi lo dice! "El poder es único". Los iuspublicistas lo han criticado por una supuesta falencia en la formulación, pero Montesqueiu la tenía muy clara. Sólo le faltaba la terminología del siglo XX. La naturaleza del poder (indivisible) la comprendía.
En lo relativo a la pena apuntó algunos llamados sobre los que Beccaria profundizaría ideas propias en Del delito y de la pena, obra que los estudiantes de derecho penal aún hoy lo leen.
El talión marca la medida de la venganza y en cierta forma es una limitación, sí, pero sigue sin encontrar mucha justifición y tampoco le cierra la puerta a las retribuciones desmedidas, origen a su vez de nuevas retribuciones. Sigue siendo una medida arcáica originaria de medio oriente, contemplada por ejemplo en el Código de Hammurabi que no pudo sino receptar las costumbres de la época.
Fijate sino lo que puse el otro día: cuando el conde introduce el bailiff en Flandes, a lo que se dedica éste es a prohibir la práctica de la vendeta y reemplaza la ordalía -de origen germánico- por el juicio basado en la prueba testimonial; estamos hablando del siglo ... XII. En otros paises los que empezarán a atraer cada vez más cuestiones hacia su fuero, al punto de llegar a eliminar prácticamente los delitos privados serán...los inquisidores. No habrá delito sino falta ante Dios. Cuando se unifique las monarquías el rey impersonará Dios (bajo diferentes ficciones, según el lugar) y obtendrá la potestad para reprochar conductas, en definitiva lo que trata el derecho penal si les agregamos algunos requisitos. Al principio no serán sólo conductas de personas; serán personas en sí, pensamientos, animales, pero se irán corrigiendo los fundamentos y medios de ejercicio de esta potestad a partir de nuevas circunstancias y nuevos pensadores, como por ejemplo Beccaria, o Montesquieu que, como pensador del poder, no le podía dejar de dedicarle una mención a una institución ya típicamente estatal en su época.
Bueno paro acá.
Impresionante el tano Beccaria!!!
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