miércoles, febrero 28, 2007

LIQUIDEZ & MERCADOS. ¿QUÉ HARÁ CHINA?
. Richard Spencer. "China promises socialism for 100 years", Telegraph

El tiempo dirá si el "crash" de la Bolsa de Shanghai fue el comienzo del fin para la (muy exitosa) aventura de China en el Nuevo Bretton Woods. Con el Bretton Woods original en mente, la pregunta es: ¿Estamos en 1961 o en 1968? La primera fecha recuerda la mini-crisis resuelta a través de medidas ad hoc (el pool del oro), y vía revaluación del marco alemán y del florín holandés.

La segunda, en cambio, alude a la crisis del dólar de marzo de 1968, anticipada un año antes por la devaluación de la libra esterlina. Esta crisis no fue resuelta. El sistema quedó en respiración artificial hasta el colapso final de 1971. Michael Dooley, David Folkerts-Landau y Peter Graber, los promotores de la idea del Nuevo Bretton Woods [1], piensan que estamos más cerca de 1961. Su argumento se basa, en parte, en la inminente entrada de nuevos jugadores: Irán, América Latina, el África, etc.

China: el costo del capital y ... la cultura política
El "crash" de Shanghai deja planteada una cuestión crucial: ¿Puede China mantener indefinidamente el modelo de desarrollo basado la acumulación de reservas y en la sub-valuación de su moneda? ¿O debe graduarse como centro del sistema mundial, abandonando el papel de periferia exportadora? (El lector observará que el dilema chino es comparable al ... argentino).

Estamos, desde mi punto de vista, frente a una fascinante cuestión de cultura política. En primer lugar, el liderazgo chino debe comenzar por aceptar la necesidad del cambio. ¿Pero cómo lo hará? ¿A través de una discusión racional, o tras una violenta crisis financiera? La naturaleza humana ―y nuestra experiencia como argentinos― argumenta a favor de la segunda opción.

Una vez aceptada la necesidad del cambio, los problemas ... recién empiezan. Graduarse como "centro" del sistema económico global implica, entre otras cosas, modernizar el sistema financiero. Esto, a su vez, es imposible sin estabilizar la propiedad, lo que implica garantizar la independencia judicial, la libertad de prensa y la división de poderes.

Cuando terminó Bretton Woods I, Europa occidental entró en un largo período de ajuste económico y social. El español Felipe González simboliza mejor que nadie el cambio en la cultura política que ocurrió en el Viejo Continente. "OTAN: De entrada NO", decía González en 1977; en 1986, lideró la campaña por ... el SÍ [2].

A juzgar por lo leído esta mañana en el Telegraph, las noticias de China no parecen muy favorables: Wen Jibao, el primer ministro chino, acaba de prometer "cien años de socialismo".

[1] Michael Dooley, David Folkerts-Landau & Peter Garber. International Financial Stability. Asia, Interest Rates and the Dollar. Deutsche Bank Global Markets Research, 2005.

[2] Victoria Prego. Presidentes. Veinticinco años de historia narrada por los cuatro jefes de Gobierno de la democracia. Madrid: Plaza Janés, 2000.

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